
Las dos primeras winters tuvieron tanto éxito que me pidieron unas cuantas más. Al principio todas llevaban la misma tela y el fieltro negro, o como mucho les cambiaba el color de las botas o la bufanda.
Pero en el 2010 he probado con otros colores: rojo, amarillo, blanco, distintos tonos de verde y azul, incluso rosa. Creo que el siguiente será el naranja.
Renovarse o morir ¿no?